domingo, 26 de enero de 2014

Tú .

Sigues aquí. 

A mi lado.

Pese a los días menos buenos, pese a mis miedos, pese a que no está siendo ni será fácil.

Dándome la mano, ayudándome a caminar. Cogiéndome en brazos cada vez que tropiezo y mis rodillas sangran por mi inexperiencia, por la inutilidad inculcada por otros. 

Aceptándome tal y como soy, y sonriendo por ello cada mañana al despertar, cuando lo que me devuelve al mundo son tus besos y mordiscos en mi hombro.

Sacando sonrisas de allí donde otros sólo dejan lágrimas.

Transformando todas mis debilidades en fortaleza; con paciencia, con cariño, y con constancia.


Cuidándome como nadie lo había hecho hasta ahora. 

Demostrando que merece la pena luchar, por lo que merece la pena tener.


Enseñándome a vivir el hoy, a disfrutar de cada momento.


Haciéndome sentir pequeñita, pero no como un Susuwatari, sino como una Campanilla llena de luz.


Dándome alas para que llegue hasta mis sueños.




Y no aún no me puedo creer la suerte que tengo. Lo bonita que me haces sentir. Lo bonito que eres conmigo.



Si eres tú quien me enseña a caminar, sé que no importa cuál sea mi destino, pues llegaré.









26. 01. 2014




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