Tú tienes la llave de la caja fuerte
donde escondo mis sonrisas
por miedo a que alguien las robe.
Tú lo sabes,
yo lo sé.
Por eso es peligroso.
Y es que te dejaría que las robases cada noche antes de dormir,
porque sé que mañana volverás a llenar el vacío con más curvas en mis labios,
de las bonitas,
de las que sólo tú sabes fabricar.
Y es que algo bonito, no puede ser malo.
Algo que te pone contenta, no puede ser otra cosa que precioso.
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